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Mostrando entradas de 2014

Cap de Creus

U no trae la urgencia hueca y el vivir sin sueños, el acecho constante del mundo y sus derivas. Uno está perdido en un anhelo sordo -no es deseo- de rapidez, dinero y trabajo sin aliento. Uno llega aquí y la calma desacelera el corazón y el ánimo; Cambia el sentido de las cosas de tal forma, que esa paz se parece a la tristeza: tanta quietud, tanto silencio, tanto ritmo natural de pájaro y marea... Las gotas afiladas de la lluvia agujerean el metálico mar que baila su clásica armonía. Con su mudo respirar, los verdes olivares alivian las secas piedras y huelen a caricia. El manto azul, las blancas casas, las gentes con su parsimonia y paz, por fin me envuelven y participo entonces de la naturaleza genuina de la Vida.

Los formales y el frío

Ante una puesta de sol así, me pregunto qué debieron sentir nuestros ancestros cuando una inmensa bola de fuego descendía para penetrar la tierra justo, delante de sus ojos. Tal vez, no sabían todo lo que nosotros sabemos del sol pero sin duda sabían que les proporcionaba calor y una mejor visión del paisaje y de las primitivas y primitivos pero, la primera puesta de sol, para el primer hombre y para la primera mujer, tuvo que significar muchísimo más que un simple apagón eléctrico de incuantificable envergadura psicológica al ver, cómo ésa bola de fuego penetraba en la tierra sin saber las consecuencias. Claro que, cuando se hizo de noche y contemplaron sobre un fondo negro incontables lucecitas blancas parpadeando, (imaginaros los primeros cielazos libres de contaminación desde el Big Bang), acompañadas de otro gran misterio para nosotros lunar, debieron reposar en la inmensidad del firmamento sus retinas detectivescas dilatadamente hasta el momento en que sus instintos depred

Blue Moon

La infinidad del cielo azul. Tu cepillo de dientes eléctrico. El olor a jazmín en la terraza. Pedales dibujando circunferencias  hasta el fin del mundo; El sol saliendo del mar. Tostadas con mantequilla.   Mi cabeza llena de champú. Batería,  teléfono, café. Tus camisas colgadas en de mis vestidos. Una gaviota cruza elegantemente la bahía. Mi cigarrillo en tus labios. El pez en su pico. Siesta en la playa cena sin corbatas Partida de póquer Escalera de color  a juego con mi espalda Aftersun Escote barco Tu rostro bajo las estrellas Más aftersun Tus manos en mi cintura Tramposo! No sabes farolear... Y tú levantas las cejas  cuando tienes algo bueno entre manos. Más mar, Más, Más, Ahora te tengo a ti Cuerpo a proa Tiras el ancla labio a labio Beso  largo Mar,  más Mar Un pa

Miravet

La Ribera del Ebro, es una extraordinaria comarca de Cataluña situada en la provincia de Tarragona. Actualmente se encuentra dividida en catorce municipios.  Miravet,  por su cautivadora belleza y su interés cultural me pide no sólo que la sitúe a la vista sino que además os invite a descubrirla. Para acudir hay dos opciones, en coche atravesando el río desde el Paso de Barca debidamente señalizado desde la carretera que habréis seguido desde Tortosa o desde Lérida, o bien podéis llegar en coche desde Móra d'Ebre o el Pinell del Brai. El Paso de Barca es el último transbordador original que todavía funciona sin motor en el río Ebro y está al alcance de cualquiera pero eso sí, hay que tener en cuenta que no estamos hablando de un puente abierto las veinticuatro horas del día, se trata de un transbordador y como tal  funciona con la experta pericia de un barquero con su horario laboral que normalmente concluye a las siete de la tarde. "Dejarse llevar" por u

El velo de mármol

Giovanni Strazza Strazza Rafaello Monti Izquierda a derecha Giovanni Maria Benzoni y Raffaello Monti Antonio Corradini  Giuseppe Sanmartino Fidias, escultor, arquitecto y pintor alabado desde la antigua Grecia, fue el percusor de esta técnica con la que consiguió superponer una imagen de mármol encima de otra, ya que se trata de una misma pieza. Es la técnica del paño mojado: tacto, sensibilidad, transparencia y perfección.   

Teoría de una conspiración

Si alguien alguna vez me preguntara de dónde pienso que viene el bien y el mal, no diría que de Dios, que ya es sabido; por inconformismo más que por originalidad, buscaría la responsabilidad del bien y del mal en nosotros mismos, en nuestra propia naturaleza. De entrada se me ocurre que respiramos oxígeno (aire bueno) y lo transformamos en anhídrido carbónico (aire malo) y para más enjundia, lo expulsamos. De todo este aire malo que circula por la atmósfera a nadie se le ocurre hacer así, por las buenas y valga la redundancia, algo bueno. Nadie ha sido capaz de inventar por ejemplo, un coche que circule con anhídrido carbónico y lo transforme durante la combustión en oxígeno: aire bueno que iría del tubo de escape a la atmósfera. Este hipotético y os avanzo, experimento fallido por imposible,  de ser viable, generaría una cadena de bondades humanas, enfocadas a  preservar la vida y sobre todo la salud ambiental y por ende social, pero amigos, ocurre lo contrario, ocurre que c

De la historia interminable ;-)

Bastián le enseñó al León la inscripción del reverso de la alhaja -¿Qué significa?- preguntó. “Haz lo que quieras”. Eso quiere decir que puedo hacer lo que me dé la gana? El rostro de Graógraman pareció de pronto terriblemente serio y sus ojos comenzaron a arder. No.- dijo con voz profunda y retumbante. Quiere decir que debes hacer tu verdadera voluntad. Y no hay nada más difícil. ¿Mi verdadera voluntad?- repitió Bastián impresionado -¿Qué es eso? Es tu secreto más profundo, que no conoces. ¿Cómo puedo descubrirlo entonces? Siguiendo el camino de los deseos, de uno a otro, hasta llegar al último. Este camino te conducirá a tu verdadera voluntad. No me parece muy difícil – opinó Bastián. Es el más peligroso de todos los caminos- dijo el León. ¿Por qué? – preguntó Bastián – Yo no tengo miedo. No se trata de eso- retumbó Graógraman- Ese camino exige la mayor autenticidad y atención, porque en ningún otro es tan fácil perderse para siempre. Michael Ende.

Mi primer beso

El edificio seguía intacto, de ladrillo visto, la misma puerta metálica color gris plomo y las mismas rejas. Todavía no estaba dentro y todo me evocaba su olor. Cerré los ojos un instante, como saboreando aquellos años de perfumes perennes y no me demoré más, crucé la puerta metálica y pisé un caminito hecho con piedras de río que delimitaban un césped que antes no existía, me pregunté si sería artificial pero enseguida un hormiguero me sacó de dudas...subí tres peldaños, crucé la puerta de madera mirando de reojo el patio, las canastas, las porterías e inevitablemente me vinieron a la mente, Epi y sus discípulos...me refiero a Román, que de los chicos, era el más alto de la clase y el que solía meter triples. A medida que me acercaba a la clase, mis latidos se aceleraban por el pasillo deshabitado, aún así, choqué de frente con el candor de la adolescencia y dejé que se filtrara por todos los poros de mi piel. La puerta de nuestra clase estaba abierta, pasé y comprobé con des