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Mostrando entradas de septiembre, 2011

A cadena perpetua

No paró de nevar en toda la noche. El paisaje amaneció completamente blanco tras las cristaleras del salón.  La urbana postal monocromática no le alegraba ni el ánimo ni la vista, en realidad lo entristecía locamente. Era el peor invierno de su vida, sentía tanto dolor en su alma que era incapaz de disfrutar la espontánea sonrisa de los niños mientras construían encima de las aceras pequeños muñecos de nieve, tampoco seguía con entusiasmo el trayecto de las bolas bomba que cruzaban las calles de acera a acera...sin duda ya nunca más sería el mismo, sentía que su carácter se había transformado, ya no era alegre, pasional, decidido,  ya ni siquiera esperaba con anhelo la llegada de la primavera. Sabía que su inmovilizante iceberg no se fundiría con los suaves arpegios que desprenden los árboles con los primeros calores, ya ni siquiera esperaba la eficaz e incandescente llama del verano, él sabía muy bien que nada derritiría su dura y gélida alma, ni siquiera la seductora ternura del sol

Saturación.

Detesto la política porque me satura la mente tanta manipulación. Interés. Intereses. Dividendos. Estoy harta del catalán como tema político y de los catalanes como tema de manipulación. Estoy saturada de tanto español y de tanto españolismo fictício. Este malestar que se respira entre catalanes y no catalanes tan sólo me inspira una cosa que jamás pensé que podría llegar a pensar,  no tiene sentido ningún voto en esta democracia nuestra tan sumamente demacrada. Quiero un dictador, un dictador que se cargue la imperfecta y corrupta democracia española. Estoy cansada de la eterna  ira contra los catalanes, españoles de segunda por defender una lengua propia cuando nosotros siempre hemos escrito y hablado la lengua nacional antes de que nos fuera impuesta por el régimen franquista. Lo que hizo el alcalde de Badalona es vergonzoso desde mi punto de vista como catalana adscrita al territorio español y simpatizante cultural de España, mi país, tal y como figura en mi DNI y pasaporte. Este

Momento íntimo: Grítame, necesito gritar...

Quiero compartir en petit comité una intimidad...  Soy tímida. Antes lo era mucho más pero sigo siéndolo. Estoy en un nivel que no me aísla, en el que soy capaz de comunicarme con soltura. Pero aún así, yo no sé si a vosotros os pasa, pero hay cosas que no compartiría con nadie y cuando digo nadie, es nadie. Soy incapaz de gritar en presencia de alguien, ni estando completamente fuera de mis casillas me libero gritando, es tal el impacto y desconcierto que me produce a mí que alguien me grite con ira que no me veo capaz yo de hacerlo. Sin embargo, a solas no digo que no lo haga, es más lo afirmo, afirmo que es sumamente liberador el quejido en forma de grito, pero ojo que no quiero gritos fríos ni estridentes...mi grito no va con el lenguaje de la ira...yo necesito un grito caliente, un grito tibio o ardiente, un grito lleno de alma, de alma negra acompañada con blues, como tiene que ser..os aseguro que funciona, es una terapia rapidita, ideal para tímidos que no pueden o no quieren co

Oh! lalá...

Tienes los pies justo detrás de la línea, en pocos segundos sonará el pistoletazo de salida...llevas días mentalizándote, cogiendo la energía de tu propio testimonio como corredor de fondo desde parvulitos pero, ya no eres un párvulo o una párvula, hace mucho que te afeitas o que te depilas, has llegado a muchas metas sin que nadie cargue ya con tu mochila. Tu mentalidad de atleta está suficientemente entrenada para llegar a la meta. Tomas aire y lo retienes en tu tórax encorbado mientras flexionas el empeine y las rodillas como un muelle. El agobio te invade en el último segundo y diriges la mirada a tus iguales...sospesas mentalmente sus mochilas, algunos llevan un peso mórbido a sus espaldas y, aunque lo hacen impasibles, por un momento te apiadas de su muelle y de sus lumbares. Hace calor, mucha calor, estás sudando tu camiseta nueva como nunca sudaste la bata de rallas que llevaba cosidas tus iniciales en el cuello... ya nadie te borda tus iniciales...sabes de sobra quién eres y