Martes, 22 mayo, aprovechando que el lunes era segunda pascua en Barcelona, me tomé la semana entera de vacaciones. Mi destino: Menorca; pocos días para poco equipaje. Es algo que acabas aprendiendo necesariamente. Al despegar, un irresistible e hipnótico frenesí de libertad invadió mi capacidad mental y cognitiva. Creo que a todos nos llega en vacaciones, ese toque de queda tan íntimo, de impetuosa libertad. Es como si de repente tomaras los mandos de tu avión, olvidando por completo el piloto automático de cada mañana, es, ese amanecer a solas con tu estado real; es por fin, el rugir no platónico del león de la selva, es ese movimiento repetido desde antes de los griegos y a la vez tan mamífero del delfín cada vez que se impulsa, decididamente vital, por encima de la superficie del mar para llenarse de aire, y es también, como el pulso espiritualmente lunático, con el que la ola, abrazará la orilla para borrar innombrables huellas que no necesita; es todo esto, reducido al momentazo absolutamente trascendental en el que, suspendida en un paisaje aéreo fascinante, todo se va empequeñeciendo, dejando atrás a tamaño insignificante, un casi absurdo pasado sobrevalorado por el sentido de la responsabilidad, el cual no pesa soltar por unos días, por unas horas quizás a cambio de una gratificante, y no menos trascendental odisea contigo mismo en la que, en el peor de los casos, terminarás odiando volver y en el mejor de los casos, sabrás aterrizar con alegría y generosidad a tu rutina de siempre. La clave es crear espacios infinitamente generosos en tu rutina diaria y eso implica forzosamente primero, ser generoso con uno mismo.
Comentarios
Un abrazo
Veus, a Menorca no hi puc anar, m'envien a Lanzarote.
salut
Veus, a Lanzarote no hi he estat mai. De Menorca posaré alguna cosa per compartir a veure si pots convéncer a la teva mossa perque val molt la pena i si no ho coneix, li agradarà molt perque tothom parla de les caletes però es que també tenen autèntiques joietes prehistòriques i el camí de cavalls que bolteja tota la illa, és preciós. Una abraçada i com diuen allà.. Gracis!
abrazos