El verano eres tú

Con la llegada del verano, con el calor y el buen tiempo suben las persianas aletargadas de muchas residencias de veraneo tras el largo invierno. Los hoteles, los campings, las residencias de la tercera edad y los centros caninos cuelgan respectivamente el cartel de temporada alta. 

Las terrazas y los chiringuitos son los que mejor lo han hecho. Con sus micro-cocinas no sólo se han adaptado a las exigencias de todos los paladares sino que algunos, logran estar en calidad y originalidad a la altura de los mejores chefs del momento, no hay tapa, pincho, tempura o paella que se les resista. Ellos son la prueba fehaciente de que todo está inventado, reinventado o fusionado, la carta de cócteles y gintónics también lo corrobora y por si esto fuera poco, la estética del chiringuito va cambiando durante el día de manera que, lo que habías visto al mediodía, no tiene nada que ver con lo que escenifican después del atardecer; los muy competentes lo hacen creando un ambiente que conjuga la originalidad de una extensa y sorprendente carta de cócteles con la exquisita música de fondo, todo ello bajo una luz tenue interpretada con velas y antorchas, los más sensibles, incluso a ciertas horas de la noche las apagan unos minutos para que nada estrellado se te escape. En un mundo donde todo está inventado, los pequeños detalles son los que marcan la diferencia.

Por eso hoy, cuando acabes de cenar, dedícate un pequeño detalle, apaga las luces de toda la casa, descálzate y sal al balcón o a la terraza, afloja tu cuerpo bajo las estrellas y observa plácidamente cómo se va apagando la ciudad, la luz del vecino, tu calle; siente la ternura del silencio en tu piel, en tu pecho, sospesa el bienestar de estar en casa tranquilo y relajado. Respira hondo, ama el aire que entra por tu nariz, siéntelo dulce y cálido como es.  Perdónatelo todo, regálate este momento, sólo o acompañado porque el verano...el verano, eres tú!.