Está como un queso la receta de La Viña..

No soy muy de postres pero esta tarta de queso es absolutamente deliciosa y os aseguro que el mejor maridaje para compartirla es en pleno picnic. No hay nada más cinco estrellas que extender un mantel encima del prado y saborear esta cremosa y esponjosa tarta de queso acompañada de una cucharadita de mermelada de frutos rojos, de moras, de fresitas silvestres o de higos recién cogidos y resposar el cuerpo en un lugar donde por estas fechas nunca se cansa de regresar la primavera, no, no nos marca la hora el reloj, no nos marca las horas el sol, es la amapola la que anuncia la primavera con su tallo fino y delicado, es un mírame y no me toques, altruista y cálida pero también temblorosa porque sabe que es la primera en aparecer y la primera en desaparecer.

Visto así es un poco urgente que vaya sacando la receta no os parece?

1 kilo de queso cremoso philadelphia.
400 gr. de nata líquida.
6 huevos enteros (clara y yema sin separar)
400 gr. de azúcar ( yo pongo sólo 250 grs.)
2 cucharadas soperas de harina.
1 cucharadita de extracto de vainilla.
Mantequilla para untar el molde (siempre y cuando no tengas papel de hornear que lo preferirás puesto a doble capa por encima del molde, menos grasa, menos calorías, mejor digestión, y seamos realistas  la tarta es de queso no de mantequilla..)

Siete ingredientes básicos, ahora ponte el delantal, lávate las manos pero precalienta el horno a 180ºC (las dos placas arriba y abajo).

Y como en todo en esta vida, vamos a hacer que la pasión se instale en nuestra cocina, porque sin pasión la vida es un poco más huérfana.

Dale al play y coge un bol profundo y unas varillas para empezar a mezclar los ingredientes en este orden:

El kilo de queso y la nata líquida, mezcla hasta que sea la misma cosa
cuando lo sea pon un huevo y mezcla y así con cada huevo que en total son seis,
ahora el azúcar y sigue mezclando, espolvorea las dos cucharadas soperas de harina y remueve ahora la esencia de vainilla y no pares hasta que no veas una masa sin grumos, tiene que quedar fina, la canción dá para eso y más...

Ahora coge el molde y fórralo con los papeles de hornear no lo dejes a ras siempre que sobresalga por los lados de la fuente.

Mételo en el horno y prepara un poco de papel de aluminio porque cuando lleve unos 40 minutos en el horno deberás taparla por encima con el papel de aluminio para que los últimos 15 minutos (en total 55') no se hornee demasiado por encima.

Cuando haya transcurrido el tiempo total retírala del horno, deja que coja temperatura ambiente y ponla en el frigorífco con papel film por encima sin desmoldarla o sin quitarla de la fuente. Deja que repose toda la noche.

Decorarla es parte del paseo campestre o si no te quieres arriesgar está inmejorable con una cucharada de mermelada Bonne Maman.

Mis abuelos maternos siempre me llevaban a la montaña porque mis abuelos paternos siempre me llevaban al mar y mis padres a la ciudad. Y es curioso cómo podemos sobrevivir, sin ellos, pero si ahora me quitaran el prado o el mar, o la ciudad, creo que radicalmente me faltaría todo.