Hoy me apetece hablar de infidelidades en términos generales, sin hablar de mí. Intentaré no caer en tópicos, aunque siempre he pensado que los tópicos están para eso, para caer en ellos. Más o menos como las tentaciones que ahí están para caer en ellas, o no....
Tentación.
Sugerente palabra que va inmediatamente unida a otra más incendiaria: deseo. Ni que decir lo que se siente cuando ambas nos embargan acelerando los pulsos, aumentando las temperaturas o atacando nuestra sed de boca y suscitando bestiales e irrefrenables apetitos carnales."La primavera" de Boticcelli se queda corta en esa explosión de sensaciones cuando el cuerpo y la mente renacen del más profundo letargo, cuando nuestra naturaleza parece despertar tras un frío y gangrenoso invierno matrimonial; ese invierno que se instala después de un otoño o tan siquiera sin pasar por él.
Es tan corpóreo y sensual lo que se siente que para una Venus que cae en la más excitante de las tentaciones el famoso "Nacimiento de Venus" se tercia incluso demasiado inocente; claro que tiene su explicación si tenemos en cuenta que la Venus de la que estoy hablando no es la Venus que Boticcelli hizo nacer. La Venus de la que yo hablo está mas bien en fase Renacimiento, Resurrección. Siendo espiritualmente realistas no es lo mismo nacer cuando se ha muerto que nacer por primera vez, hay ahí unos matices muy relevantes cargados de lirismo y de profunda soledad.
Lo malo del Renacimiento, de la infidelidad, es que si te pillan, puede convertirse en una auténtica barbarie....sobre todo si se tiene la poca originalidad de renacer en la cama matrimonial con una veleta que no es tu cónyuge. Que os pillen de esa guisa e intentar explicarlo "in situ" no tiene mucho sentido con un "tranquila cariño, ésto no es lo que parece" es más revelador y poco más original un "no estabas en casa de tu madre hasta las ocho?"
Pues bien, esta escena de "coitus interrutpus" que el cine ha sabido lucir con toda la gracia y esplendor del que es capaz el séptimo arte, debe de tener un punto más morboso que didáctico sobre lo que no se tiene que hacer en caso de querer poner los cuernos, porque realmente ha traspasado pantallas y se ha practicado en la vida real como algo excitante y total.
Hace poco me contaron un caso igual, en el que la amante acabó vistiéndose a toda pastilla calzándose los tacones de la esposa cornuda en su acto de fuga en "do mayor". Lo más sorprendente del caso, no es que la amante del marido jamás repitiera la escena melodramática de sexo en la cama de la esposa cornuda, no, lo más sorprendente es que nunca jamás le devolvió los zapatos a su propietaria, ni siquiera contra reembolso, lo cual dice mucho de la veleta en cuestión.
La veleta, resultó ser una ladrona de guante blanco que no solo intentaba robar maridos sino que además vaciaba armarios. Ésto que podría ser sustancia para un gran anuncio publicitario de una buena marca de calzado femenino, acabó siendo en realidad una auténtica primavera para esa pareja que tan aletargada se creía. Y es que los cuernos, no siempre se llevan o se ponen porque sí.
Reflexionando con la hurtada, acabamos concluyendo que lo triste del matrimonio es que casi no se peca con el marido o con la esposa.
Y es que la rutina y lo oscuro de la convivencia causa verdaderos estragos. No es habitual que la esposa se levante por las mañanas de la cama y deambule hasta la cocina con un sugerente conjunto de ropa interior de escotadas transparencias mientras se dispone a exprimir unas naranjas; ni tristemente, es el marido el que se dispone fogoso y enamorado a elogiar esas curvas mientras enciende el horno en lugar de la tostadora. Que yo recuerde, no tengo ningún registro del séptimo arte en mi consciencia que haya sido capaz de elevar un matrimonio convencional de veinte años de oscura convivencia a las espaldas en semejante pose idílica una mañana cualquiera de un matrimonio cualquiera. No hay narices de perpetrarlo ni de catalogarlo dentro del género comedia, y lo cierto es, que yo le veo un punto Almodovariano a esta escena....así rozando casi el terror de ver a tu Manolo Rana encendiendo el horno mientras te dice "no vas muy ligera de ropa", digo terror porque esa frase ya no es un "te quiero" (ñam,ñam, aquí y ahora) sino un "te amo" (tápate que te vas a resfriar)....para que luego digan que no es bonito el amor.
Es difícil por otra parte, no incurrir a esa zona de la memoria repleta de antiguos registros católicos que parece ser que algunos todavía llevan impregnados con el ADN cuando hablamos de infidelidades. Cuando para muchos de ellos sigue siendo un pecado, algo indecente, inmoral, tener un desliz, una aventura, echar una cana al aire, un respiro primaveral, una inyección en vena de vida...
Seamos honestos, no es una hipocresía negar que no estamos hechos para la más triste y desesperante rutina? no es una hipocresía decir que la barriga cervecera de Manolo es excitante mientras te tomas un analgésico para el supuesto dolor de cabeza tres veces por semana?
Ellos también tienen su lado cotidiano, nadie acaba tomándose analgésicos tres veces por semana porque sí.
Cuando un matrimonio presumiblemente joven actúa así, algo está sucediendo, y es que esos repetidos gestos se apoyarán en cosas que no hablan, en cosas que en principio ni se escuchan ni se comparten, aunque están ahí, cada día en el día a día. Es la fase sordomuda, anquilosante y deprimente de cualquier convivencia, si se le suman las cuentas en rojo, los niños llorando y despiertos a deshoras que parece que crecen pero no lo suficiente y el estrés del trabajo, lo tuyo ya no es desde luego una primavera y lo de él tampoco. Si además se remata con la comida de mi madre que es mejor que la de tu madre...cada domingo....al fiera le van a crecer las domingas en otra dirección, sin muchos esfuerzos por poco que pueda....la vida es así, todo tiene un límite.
Esto nos libera de la culpa? del remordimiento? nos limpia la conciencia? tal vez no, pero los seres humanos necesitamos sentir el deseo y caer en la tentación más pecadora y nutritiva que exista, y es que resulta que normalmente acaba siendo una experiencia depurativa y regeneradora que en muchísimas ocasiones si se lleva con discreción, con respeto hacia la pareja, resulta que la compensación placer-conciencia acaba uniendo más al matrimonio en lugar de romperlo.
Que no te pillen, pues. Acaba siendo un juego de hipocresía la fidelidad eterna y más si tenemos en cuenta que hay distintos grados de infidelidad, casi tantos como grados de celos pueda haber.
Hay un caso también mencionable, en el que la esposa recibía con frecuencia regalos de su marido, abrigos, joyas, viajes, masajes, una delicia para ella.....una venda en los ojos que no levantaba sospechas puesto que siempre había sido generoso en este aspecto con ella. Un día que no quedó en el olvido se supo que el escrupuloso tenía dos teléfonos móviles y dos vidas; con el comentado agravante que, no es que tuviera otra mujer en otro piso, con otros recibos y otros hijos, no. El tipo era un gigoló con su número sensual anunciado ardientemente en un periódico de tirada nacional. Un tipo normal, con una vida ordinaria y convencional, un buen padre, generoso esposo, algo sordomudo en el hogar pero con una vida paralela que él y solo él pudo explicar, aunque no sirvió de mucho....y es que hay cosas que no unen por más empeño que se le ponga.
Comentarios
La verdad es que me he pasado un agradable rato leyendo tu "entradita". ¿Te ha ayudado alguna persona mayor?. Me parece poco probable que una persona joven refleje con este lujo de detalles lo que puede ser la vida habitual si no se toman medidas.
Voy a copiar tus palabras, diré su procedencia y se las mandaré a personas amigas. Seguro que sabrán que lo que relatas pasa, o puede llegar a pasar.
De todas formas, todavía no sé si es bueno o no lo de la canita al aire. ¡Seguro que sí!. Seguiré leyendo y desmenuzando el contenido. Es una muy bonita y real entrada. Un beso.
Suelo escuchar a la gente, escucho sus vacíos y siento los míos, y eso suele dar para unas cuantas reflexiones sin dramatismos. Aunque el tema puede ser muy delicado si te pillan o si la pillas.
Lo de la canita al aire creo que es bueno si la carencia que uno padece es sexual. En un plano afectivo yo no recomiendo nada físico, puede ser que te enamores y acabes con un matrimonio que en principio era salvable, de ahí que siempre he tirado más a lo platónico.
De todas formas eso es muy personal, yo no me atrevo a dar consejos, cada uno sabe lo que siente y como lo siente y lo que necesita para ser más feliz.
Yo lo que intentaba era hablar del asunto sin mucha hipocresía y de paso señalar un poco el cuidado que se merece una relación para no llegar a ese punto de rutina e indiferencia. A veces no se consigue romper esa espiral, no se consigue la comunicación que esperas ni recibes lo que necesitas, también le puede suceder al otro, y ambos pueden ser infieles en esa transitada soledad. Como he dicho la conciencia suele devolverlos a la pareja, sientes que le has fallado y te centras de nuevo en el otro, le das o le intentas dar lo que no le dabas.
Esos periodos pueden ser recurrentes, estar así años, por eso te decía que cada uno sabe su límite, sus sentimientos y sus necesidades.
Nada que lo de la canita, es cosa tuya, si no lo has necesitado señal que ya eras feliz y te sentías lleno. Me alegro por ello, sentirse vacío es muy triste.
Un beso y bienvenido a casa :D
Un beso
Es verdad que cuando uno es infiel ha de pensar muy bien en los demás, en tener al menos esa delicadeza, yo precisamente pensando en los demás no he podido experimentar nunca una infidelidad en toda regla y se sufre, no te creas que no, pero la conciencia pesa casi siempre más. Los amores platónicos tienen la gracia de ser perfectos y que nunca mueren.
Un beso y te agradezco tu divertida aportación. Leeré esa parte del Quijote. Prometido :D
Pues indudablemente, la rutina cotidiana hace dispararse inevitablemente las ganas de renacer en brazos ajenos y de sentir bocas diferentes. Es inevitable fantasear con caricias desconocidas, nuevas, por no hablar del posible riesgo de ser pillado, que a algunos les da hasta morbo.... Pero para mí, con algunas experiencias vividas personalmente, lo que ahora prima es el paracetamol a su debido tiempo y el saber que la persona que me coge la mano mientras se sienta en el sillón de al lado, es con quien quiero compartir todo lo mío.
He de decir que ahora mismo estoy en un momento de renacimiento casero que después de 20 años (exactamente) jamás hubiera imaginado, y menos con el bagaje que tenemos acumulado. Así que, hoy por hoy, para mí, la primavera está en casa.
Un beso, Gemma.
El bagaje es lo de menos si habéis conseguido que la primavera se instale de nuevo en vuestra vida.
Si voy a Madrid en mayo y tenemos la suerte de coincidir eso tuyo lo celebraremos como se merece.
Un beso fuerte Novi.
Me resulta más bien extraña, casi incomprensible, la capacidad de mentir que dicen que desarrolla la gente cuando llega la pasión prohibida, la tentación o el amor inesperado, el juego que a veces se da entre el orden debido y la pulsión, cómo la gente puede ser de una manera de ocho a cinco y de otra de cinco a ocho. Esquizofrénicos obligados, eventualmente peligrosos como el honrado bancario que en sus horas libres roba a los pensionistas o el enfermero amable y caritativo que le inyecta lejía en vena a los ancianos después de cenar; y la mayoría de las veces inocentes como la madre y esposa abnegada y fiel que un buen día de primavera temprana se lo hace muy a gusto con el compañero de trabajo en la sala de escobas, o el marido cansado que esconde su frustración detrás de las tragaperras del bar de la esquina ...
A mí nunca me ha pasado. Creo que no valgo para eso. Necesito orden y rutinas en mi vida y soy radicalmente fiel en todo. Puede, no obstante, que el raro sea yo, aunque me cuido mucho de afirmar que nunca beberé de algunas aguas :))
Un placer leerte como siempre. Un beso gordo.
con este tema, en el tiempo, yo he ido girando así como 360º...
Cuando te dedicas a lo que yo me dedico, ves tantísimas cosas, escuchas tantísimas historias que lo que en un momento te parecía inconcevible, de pronto te parece de lo más humano y natural del mundo.
Mi sensación, es que casi nunca se da tu primera versión de la infidelidad, al menos en lo que yo he visto. No es la pasión lo que se desata de pronto, más bien es la soledad la que empuja a al gente...
Únicamente la necesidad de afecto. A veces incluso sin ser conscientes de ello.
La gente se siente terriblemente sola en sus casas. Busca fuera incluso sin saberlo, lo que no encuentra dentro, o porque nunca lo ha tenido y de pronto lo necesita, o porque se ha ido lo que un día existió o porque la persona con la que convive ya no tiene nada que ver con aquella con la que se casó...una minoría, al contrario de lo que la gente supone, es el típico granuja de sonrisa de conejo :-) o sea el hipócrita de libro del final de tu escrito. Hay muy poca gente tan fría.
Yo entiendo la infidelidad de la soledad, que si lo piensas despacio, casi ni lo es, porque a veces, ell@s han sido los primeros abandonados por el otr@
La que jamás he entendido ni entenderé, es la de buscar carne fresca por ahí, sin sentimiento alguno...ese tipo de gente, lo que no me explico es por qué se han casado.
Por otro lado, fíjate, a veces pienso que en realidad, el engaño tampoco es real, la mayoría de las veces. Yo creo que uno no ve, lo que no quiere ver o no es capaz de admitir... es muy típico eso de que el último que se entera es el sufre la infidelidad y yo me pregunto ¿de verdad?
Muy bueno tu escrito, como siempre.
Un beso grande GEMMA y feliz día.
Cuando desaparece el enamoramiento, o mejor dicho, cuando se desvanece completamente, queda el amor de forma residual a ese enamoramiento. El amor como sabrás muy bien no se sostiene solo, necesita un cuidado, un mimo, un gesto, un alimento diario mientras convive con el desgaste del roce del día a día.
Pienso que si esos gestos no se motivan, no se manifiestan, acabará la relación sintiendo una apatía galopante que yendo al trote de la rutina puede tener consecuencias letales.
No me atrevo a generalizar hasta el punto de decir que todos los hombres son polígamos, conozco unos cuantos que no lo son y conozco muchos que sí.
Lo que motiva potencialmente la poligamia es sentir una gran insatisfacción.
No creo que la mujer satisfecha y feliz lo sea por naturaleza.
Creo que las infidelidades son un síntoma de esa infelicidad e insatisfacción, de la soledad, de la tristeza al sentirse rechazados por sus parejas o poco queridos, aparcados, indesados, parte de una rutina, del espasmo de la convivencia más aburrida y sórdida.
Hay personas que se sienten como un cero a la izquierda en su vida matrimonial, y se sienten tan poca cosa que son incapaces incluso de tomar determinaciones drásticas (separación/divorcio).
No la rompen porque realmente se han transformado en parte del otro, son auténticos títeres de sus parejas, hombres y mujeres que han dejado de tener su propia personalidad, que sienten y piensan como la otra persona en todo, miran el mismo canal de tv, escuchan la misma emisora de radio, se acuestan a la misma hora, usan el mismo champú, comparten maquinilla de afeitar y abren la correspondencia del otro, no hay grado de intimidad, eres todo y eres nada en cuanto el otro desaparece. Van a un restaurante y comen lo mismo. Solo les queda tener el mismo amante :D
Yo entiendo a esas personas, entiendo su dependencia y entiendo sus frustraciones, y muchos no se separan porque no pueden, porque solos no tienen suficiente capacidad de subsistencia. Pero qué pena me dan a la vez, qué lástima.
Hay una gran cantidad de hombres hoy en día y de mujeres que están contra la pared por temas económicos, no pueden separarse porque es imposible para ellos o ellas mantener dos casas y no son felices, y no tienen otra alternativa...una cana al aire es una auténtica primavera para estas personas, una forma de cordura, de mantener la cordura.
Hay de todo en la viña del Señor, qué te voy a contar :D
Un beso Ricardo.
Agradezco que aportes tu grado de satisfacción matrimonial porque yo creo en el amor y creo en el matrimonio. Creo en el amor generoso, en el cariño que se amalgama con los años solidificando la familia y uniendo a esa pareja hasta que la muerte y solo la muerte los separe :D
Pero hay muchas personas que no tendrán tanta suerte, que no tendrán las ideas tan claras y que en ocasiones se sentirán realmente necesitados de afecto, y de una comprensión y ternura que tal vez no encuentren en sus camas ni en su vida conyugal. Y a lo mejor no tiene porque ser definitivo, no tiene porque llegar a romperse esa pareja que eventualmente ha caído en la indiferencia. El amor no siempre fluye con la misma intensidad ni con el mismo caudal. Hay periodos de auténtica sequía, en los que la esquizofrenia no es por falta integridad las veinticuatro horas sino por que la soledad enajena.
Yo no considero que mientan en esos casos, en esos momentos que al marido le da exactamente igual donde estés y sobre todo cómo estés o cuando la esposa está deseando que te vayas a trabajar y que vuelvas tarde porque no le apetece verte espachurrado en el sofá.
No creo que seas raro, yo fui siempre fiel a mi marido y no me considero rara.
Y es mejor que no digas de esta agua no beberé, porque basta que se diga para de pronto hartarse :D
Un beso de amiga fiel :D
Como acabo de llegar de cenar fuera de mi casa, esperaré a mañana para leerte con mas detenimiento. Feliz noche y un beso.
Coincido contigo en todo lo que cuentas. Tú lo palpas en tu profesión y yo lo palpo porque está en el mundo, en el día a día, en las caras conocidas, en las caras amigas y en las caras desconocidas. Está a la orden del día. El caso del gigoló afortunadamente menos, pero lo de la canita al aire se ve perfectamente.
Es verdad que en el texto me he saltado el detonante de la infidelidad, no ha sido premeditado ni mucho menos dejarlo para el momento de los comentarios, fue sinceramente porque suponía que esa parte era previa a la infidelidad, y yo quería narrar precisamente eso, el momento infidelidad.
Cuando dices que no entiendes porqué se han casado esos que buscan carne fresca por ahí...yo la verdad tampoco lo tengo muy claro. Imagino que cuando se casaron tenían planes de formar una familia, de encontrar una cierta estabilidad emocional que por lo que sea no les acabó de cuajar como esperaban.
Y estoy contigo cuando dices que no puede ser que el último en enterarse sea el cónyuge, si es así María, que le doblen la pensión, no al sorprendid@ sino a la infiel o al infiel, eso prueba todavía más la indiferencia mostrada :D
Agradezco tu comentario María.
Un beso grande grande, que tengas buena noche.
Enamorarse no es fácil pienso yo, no es algo que suceda con frecuencia. Yo intentaba explicar cuando creo que hay menos riesgo de infidelidad. Y me parecía que lo que tú me contabas cuadraba más con la tentación, el deseo y el capricho de satisfacer un momento de encuentro sexual. Para mí la cana al aire es eso. Enamorarse es algo más profundo y por tanto recurrente. No es esporádico como la cana al aire.
Lo que cuentas de tus amigas que son felices y tienen encuentros con otras personas, es algo que se ve con frecuencia, creo que hay como te dije insatisfacción, en este caso sexual, a lo mejor les apetece probar cosas que con la pareja no suceden, a lo mejor sienten atracción por otra persona en un momento dado...no sé, yo desde luego no voy a juzgar ningún comportamiento, cada uno es muy libre de hacer lo que le plazca, allá cada cual con su conciencia, con sus historias, con sus necesidades. No?
Hasta mañana pues, un abrazo.
Lo que me parece triste de todo el rollo, es que muchas de las personas que son infieles, es decir, que ENGAÑAN a sus parejas -llamémoslo por su nombre- , y que ENGAÑAN, no solo a sus parejas, sino a prácticamente todo el mundo, lo hagan porque se vean empujadas por la más absoluta desesperación. Porque eso es algo MUY TRISTE, Gemma. Y hay taaaaaaaaaaaantas personas en la situación, pero taaaaaaaaaantas y tantas... tanto desespero... que ya te digo, Rodrigo, toda la felicidad que sentí por esos dos, toda la pena que siento por esos unos.
Besotes, guapa.
Y saco la señal de blog-STOP, o algun@ acabará sacándome tarjeta :S
O quizá no. Quiza lo que he dicho es una completa y superficial tontería y las personas buscamos simepre el amor, el goze, las caricias, el alimento vital que necesitamos como el aire, no importa nuestro estatus ni nuestra condición. Necesitamos sentir y que nos sientan, en ocasiones hasta tal extremo, que una sola sonrisa o un "buenos días" nos hace elevar los pies del suelo.
No estoy muy fino ultimamente.
A las 4:16 h. de la madrugada he pensado que era parte de tu sueño :D
Ahora entiendo lo de la paella valenciana, y es que la cosa va con gancho :D
No me he encontrado en esa situación. Yo creo que tendría problemas con mi punto vanidoso y mi pareja desde luego me mataría :D
En todo caso, el yesarai y su guapa esposa no veo que sean muy infieles, quiero decir que sin el componente "engaño" ya no se podría hablar de infidelidad sino de poligamia. No sé si no pierde morbo así la cosa...
Sabes que me gustan muy poco las mentiras Vero, que soy bastante clara y sincera, pero últimamente también me planteo hasta donde se pueden destapar las verdades sin que se mancillen cosas magicas y realmente importantes. A veces pienso que traspasar el muro de la verdad y saberlo TODO tampoco es bueno, por eso, porque se pierde mucho al cruzar. A veces creo que es mejor no saber, siempre es bueno tener un punto de "intimidad" o de necedad, de sordera o de ceguera, saberlo todo implica dejar de imaginar, y la mente creo que necesita esa flexibilidad asegurada. No sé.
Un beso Vero.
Yo también empiezo a estar algo perjudicada :D
Ahora bien, dadas las dificultades que eso entraña, llegado el caso, si se me permitiera, me acogería a la quinta enmienda.
Besos.
Ya te digo, si no se experimenta no se puede saber, y primero hay que saber si eres capaz de ver que tu pareja se excita más con otras personas que contigo. Es una prueba fuerte para el ego, para la autoestima...no sé, es complicado e implica riesgos que pueden comprometer a la pareja definitivamente. Han de tener las ideas muy muy claras.
A mí me parece que no estoy a esa altura, que no sabría estar siempre segura de mi pareja, de mí misma.
De momento me conformo en poder asumir una infidelidad normal.
En poder asumir ese engaño llegado el caso.
Creo que lo mejor es la discreción, y no entrometer a la pareja...digo esto y una parte de mí está diciendo "en realidad no sabes amar" no eres capaz de disfrutar y alegrarte de que goce del placer que otras personas le puedan dar...
me rayo cantidad, ya evolucionaré y si no pues nada, es lo que hay.
Es que me lo imagino y me da un coraje que no veas...
Me era más práctico hablar en términos generales...:D
Un beso Aus, esa quinta enmienda no sé si te va a servir de mucho llegado el caso.
Y esa boca es tuya para decir lo que quieras, que seguro nos da que pensar. Es verdad que los tiempos han cambiado, los jóvenes ya no son lo que eran y los mayores tampoco por lo que veo.
Un beso, buen día estoy teniendo, interesante y divertido laboralmente hablando.
Hasta pronto.