Hoy me apetece compartir este vídeo con vosotros. Se trata de una disciplinada filigrana que no puedo dejar de escuchar una y otra vez... Necesito gritar a los cuatro vientos que AMO A BACH obsesivamente!! Y es que cuánto más la escucho...más, más y más necesito volver a escucharla. No puedo escribir, no puedo pensar, incluso descuelgo el teléfono para que nada interrumpa este momentazo de éxtasis... No será peligroso que me cepille los dientes poseída por semejante violonchelo diabólico?