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Primeras impresiones de Londres.

Hay una dualidad persistente en Londres, una asimetría visual que la hace diferente y atractiva. Se respiran, se observan, se viven, unos contrastes muy definidos que seducen precisamente por la diversidad de estructuras, de infraestructuras y subestructuras que, civilizadamente, atraen y fascinan por la radicalidad de eficiencias, estilos y formas.

Londres es una ciudad viva, multicultural, multiracial, dinámica, madrugadora, alegre, atrevida, cosmopolita, vanguardista y extremadamente elegante. Sus treinta y tres distritos conforman una esperpéntica experiencia de grandiosos contrastes arquitectónicos en la que cohabitan radicalmente estilos y formas absolutamente vanguardistas. Hierro y cristal justo al lado de fachadas repletas de historia, que fueron erguidas con el gótico, el neoclásico o el  tudor y que no causan ninguna sensación de estridencia visual antiestética que quizá se esperaría al mezclar diferentes tiempos y estilos. Bellas asimetrías en el paisaje que hay que contemplar, sí o sí,  a vista de pájaro. El London Eye,  es la noria más grande del mundo situada sobre la ribera sur del Támesis, justo al lado del hotel Marriot y del acuario de Londres. Subirse es una experiencia obligada que no hay que perderse porque las vistas son realmente espectaculares.

 En cada cápsula o receptáculo caben cómodamente 25 personas. La sensación de vértigo es nula completamente, se puede andar tranquilamente de una lado a otro que nada parece moverse. Y sí, sé lo que estás pensando y se puede, se puede alquilar una cápsula  para dos y celebrar lo que sea con champagne.



Es un destino ineludible para todo tipo de viajeros. Urbanitas o no, quedarán seducidos, atrapados y convencidos por alguno de los distritos que redimensionan la románica Londinium.  Es el lugar ideal para los amantes del arte fuera y dentro de los escenarios, de la música, de los conciertos al aire libre, de la moda, de los curiosos tenderetes de libros, de los coloristas mercadillos en los que encontraremos frutas exóticas de todos los sabores y procedencias.

Londres contagia inmediatamente una alegría especial, tal vez porque todo lo que hay para descubrir es inacabable.

Esplendorosos parques atraviesan la ciudad, ensordeciendo el ruido de los motores de los coches y de las urgentes sirenas. Caminar, pedalear, montar a caballo o remar  por el Serpentine dejándonos llevar hasta los jardines de Kensigton Palace. Antes de llegar a los linderos del palacio nosotras colgamos los remos y  nos tumbamos complacidas sobre la hierba de Hyde Park  mientras los cisnes y los patos deambulaban y nadaban a pocos metros de nuestros cuerpos sosegados y entregados al único placer de ver como pasaba el tiempo.


 Y así, justificadas en el descanso british, nos dimos cuenta inmediatamente, de lo que significa disponer de estos espacios verdes en pleno corazón de una ciudad de dimensiones casi faraónicas sin llegar a ser egipcias.
 Un picnic es lo suyo.
 Están remodelando Kensigton Palace, concretamente el jardín de la solariega mansión está levantado completamente y varias grúas están instaladas en la parte trasera, aunque en esta foto no se aprecie, en la siguiente queda convenientemente explicado.




 La verdad es que daban ganas de estrenar un lienzo en blanco.



Ya sé que a veces lo clásico me puede, pero siempre que regrese a Londres, repetiré St.James Park antes que Hyde Park, lo prefiero porque es un parque realmente acogedor, fue el primero que visité  la primera vez que viajé a Londres  y además es un lugar muy querido por los londinenses de toda la vida. Es el parque más antiguo de la ciudad y está rodeado por el palacio de Westminster, restos del Whitehall, St.James Palace y el Palacio de Buckingham. Las escenas junto al río son realmente fotogénicas y tan solo unos metros por encima de nuestras cabezas, en las copas de los árboles y entre sus ramas, unos mil pájaros sobrevuelan el parque, unas cuarenta y cinco especies distintas en época migratoria, y es facilísimo, compartir un trocito de césped con una o varias de las simpáticas ardillas que habitan el parque, también las hay en Hyde Park, y fantásticos caballos. No hay que dejar de ver los exhuberantes parterres de  rosales que  permanecen florecidos todo el verano y que contrastan delicadamente sobre el tapiz de la hierba.

Voy a dividir el viaje en unos cuantos post que iré colgando seguida o intercaladamente con otros.

Comentarios

Novicia Dalila ha dicho que…
Siento llegar tan tarde, Gemma, pero es que hasta ahora mismo no he podido parar el tiempo suficiente para leerme todo el post. Perdóname :D
NO he estado nunca en Londres, y mira que tengo ganas eh?? Pero nunca se dan todas las circunstancias propicias. Lo tengo pendiente desde hace años y años, pero aún no he podido. Tengo tb Roma en "pendiente" y si todo va bien, tengo intención de convertir el sueño en plan antes de que acabe el año... Ya veremos al final donde acabamos :S
Esta visión de Londres que tú has dado no la tenía. Mi jefe, que va mucho, me cuenta sobre todo de dónde y qué comprar, pero jamás me ha hablado de Hyde Park, y por lo que veo, es muy muy similar a mi Retiro, por lo que estoy segura de que me va a encantar cuando vaya.
Muchas gracias por esta vista tan pormenorizada de la ciudad, Gemma. Lo tendré todito en cuenta si algún día puedo ir.

Un beso muy fuerte, ma cherie
Gemma ha dicho que…
No tengo nada que perdonarte Novi, nos visitamos cuando podemos, agradecida estoy de que cuando puedes lo haces.

Me alegra que te haya parecido distinto. Yo solo voy de tiendas el último día. Ver un musical, cenar en un restaurante chino en Chinatown, empaparme de arte en un museo o en una exposición, pasear por los parques, subir a un barco y dar un paseo fluvial por el Támesis desde el London Eye hasta la torre de Londres. Visitar St.Paul's o la Abadía de Westminster y por supuesto Nothing Hill y Portobello Road, no dejes de ir. Luego está Candem pero no es mi estilo aunque a la gente les encanta.

De todas formas no me gusta aconsejar los sitios, si hay algo que me entusiasma es descubrir una ciudad sobre la marcha, a la aventura completamente.
Me gusta ver lo que ha sucedido al final del día sin haber previsto nada.

Roma o Londres? qué problema! :DD

Un besazo.