No paró de nevar en toda la noche. El paisaje amaneció completamente blanco tras las cristaleras del salón. La urbana postal monocromática no le alegraba ni el ánimo ni la vista, en realidad lo entristecía locamente. Era el peor invierno de su vida, sentía tanto dolor en su alma que era incapaz de disfrutar la espontánea sonrisa de los niños mientras construían encima de las aceras pequeños muñecos de nieve, tampoco seguía con entusiasmo el trayecto de las bolas bomba que cruzaban las calles de acera a acera...sin duda ya nunca más sería el mismo, sentía que su carácter se había transformado, ya no era alegre, pasional, decidido, ya ni siquiera esperaba con anhelo la llegada de la primavera.
Sabía que su inmovilizante iceberg no se fundiría con los suaves arpegios que desprenden los árboles con los primeros calores, ya ni siquiera esperaba la eficaz e incandescente llama del verano, él sabía muy bien que nada derritiría su dura y gélida alma, ni siquiera la seductora ternura del solstício...nada de nada liquidaría su iceberg, ni el llanto lo licuaba, sus lágrimas eran duras estalactitas pegadas, cristalizadas, fosilizadas dolorosamente al iceberg.
De repente, un hombre alto y corpulento entró en la estancia sujetando el brazo de una dama. Con exquisitos modales, el hombre corpulento presentó a la dama. Se miraron sin esbozar en el rostro la más mínima sonrisa, pero si una cosa intuía el hombre corpulento desde aquella frialdad común con la que se miraban era que la dama y su amigo habían conectado al menos sus frías personalidades, permaneció en silencio, observándolos retirado, sentado en una cómoda butaca del clásico salón.
Le parecía que su amigo jamás había sentido una mirada tan desafiante atacando su iceberg, los ojos de la dama eran tan grises y fríos como el acero, aquella mirada de metal era clara, directa, dura y cortante, laceraba sin piedad la punta más fría de su iceberg, lo convertía en escarcha, en un granizado de dolor hecho a pedazos, jamás había visto tanta agilidad psicológica en una simple mirada, de repente se venía abajo, sentía su temor clavado en sus facciones, sin embargo, vió como apartaba la mirada hacía otros puntos de aquella impresionante anatomía, su inconsciente y masculina mirada quedó hipnotizada, atrapada en las piernas de aquella dama, ¿cómo es capaz de deambular así por el salón mientras tritura mi iceberg con sus dos metales grises?
Se enamoró de ella desde el primer instante. El hombre corpulento abandonó el salón con la certeza de que aquel amor sería para el resto de sus vidas. Pasaban los días, los meses, los años y continuaba viéndolos, deleitándose en aquellas dos vidas de carne y metal, dibujaban en cada estación de los años una única sombra en el asfalto. Cuando uno se deslizaba los dos a la vez se movían. En ocasiones tropezaban y aunque sus movimientos iban calculados lograban esquivar traqueteantes y adoquinados callejones, saltar aceras y correr juntos hasta el final de todas las calles y callejones, de vez en cuando se colaban en cines, en teatros, en altísimos edificios llenos de escaleras, y buscaban el botón, el botón del ascensor para poder besarse suspendidos entre los pisos. Tan sólo se despegaban en el momento que él necesitaba dormir, la dejaba al lado de su cama para poder verla cada mañana al abrir los ojos. Desde que la conoció nadie le supo dar nunca una libertad más válida.
Comentarios
saludos
Acabo de leerme tu último post y está bien, gracias por tu opinión.
Gracias de nuevo.
Un beso, Ricardo.
Yo no puedo escuchar el video, ya lo sabes, pero lo veré en casa cuando tenga un ratito.
El texto me ha encantado, Gemma... Tiene que ser tan tan tan duro asimilar algo así... Yo creo que a la gente que ve de repente truncada su vida por algo tan dramático, por algún lado les insuflan fuerza. También es importante el trabajo psicológico que hay detrás de ello.
Un beso y feliz semana, Gemma :*
El año pasado participando en una competición en E.U, antes de salir un destalentado se lo llevo por delante con un vehiculo a 100 kms/h.
Se ha quedado paraplejico, pero siguen enganchado a la vida.
Bsos.
Un beso, Gemma.
Siempre es una oportunidad nueva para nosotros de hacernos más fuertes.
Y sin duda nos hacemos.
Solo hay una fuerza motriz más poderosa que la energía atómica.
la voluntad.
Cortado o con leche Signorina?
Baci, tanti
Sicilia.
Un beso.
Tiene que ser muy duro, pero no sólo el hecho de aceptar lo que te ha sucedido en un segundo fatídico, sino la nueva dimensión en la que ves las cosas, las calles, las aceras, hay muchos obstáculos...años atrás era un martirio para ellos salir a la calle por la cantidad de obstáculos que encontraban, hoy afortunadamente se ha superado un poco el tema, pero a mí todavía me hiere cuando decimos que son minusválidos o incapacitados, o inválidos...lo encuentro tan inapropiado, creo que ellos le dan un sentido muy distinto al término, fíjate que me gusta más parapléjico, que es en realidad de lo que padecen, lo que es minusválido desde luego es el estado de muchas calles y aceras para ellos, sobre todo en pueblos...creo que los que se dedican a ingeniar las calles deberían proyectarlas sentados en una silla de ruedas, también lo agradecerían las mamás que tiran de un cochecito y las abuelitas que van con el carro de la compra haciendo equilibrios para no romperse el fémur o la cadera. Antes que los parques me parece a mí que hay muchas prioridades, y mira que me encantan los espacios verdes en medio de la ciudad o en los núcleos de las poblaciones pero creo que estas personas se merecen mucha más audiencia y protagonismo del que les damos. El tema de los invidentes...yo también pienso que están muy pero que muy olvidados, en los cajeros automáticos no, desde luego...
Un beso.
Un beso.
Gracias, un beso.
Me ha encantado eso que has dicho "cuando el sufrimiento se hace inútil" rotundo, no queda otra que echarle muchas ganas de vivir :D
A esta hora casi que lo prefiero con un poco de leche. Grazie!
Un piacere, atómico :D
Un beso, amigo.
Por diosssssssssss, a mí pónmelo más fácil que me vuelvo loca¡¡¡
Un beso, ma cherie
La última entrada la guardo para otro día, era una poesía, prefiero guardarla para mejor ocasión..gracias por pasarte.
Un beso, Novi.
Déjanos ver algo más de ti.
Los cafés son agradables en compañía, si ?
Esta invitada.
Un piacere.
Beso
Sicilia
Luego si puedo intentaré colgar algo ya va siendo hora...he tenido dos semanas complicadas y además estuve resfriada.
Será un placer tomarme ese café contigo. Hasta luego.
Grazie!
Besos.
Ya sabe que depende de los gustos, y los hay del 1 al 10!?(Un gusto para cada estilo o es un estilo para cada gusto?)
Se puede tomar fuerte o menos fuerte, dulce o menos dulce, en la terraza o en el sótano, y como la maja o la fea, vestida o desnuda. :·)