Cuando estudié en la Escuela de Arte lo que más me gustaba era modelar. Me encantaba deslizar mis manos por el barro y darle forma; formas que a veces obedecían a un modelo elegido por el profesor o, en otras ocasiones, a modelos propios de nuestra imaginación: "trabajo libre", así es como lo llamábamos cuando los modelos eran propios de nuestra imaginación.
Casi nunca el trabajo libre terminaba como lo había imaginado, raramente se parecía al boceto inicial que dibujaba en un papel como patrón de referencia y precisamente por eso, era libre, porque para mí él también tenía su razón de ser, aunque parezca de "pillados" necesitaba escuchar y sentir con mis dedos por dónde se aposentaba mejor el barro, por qué altura y anchura y consistencia se sentía más cómodo, de esta forma se iban aglutinando mis ideas "con" las del barro para terminar formando ese trabajo libre, en una sola pieza.
A parte de modelar la arcilla otra de mis clases favoritas era la de dibujo artístico, en especial disfrutaba pintando con pasteles. Trabajar el pastel es muy parecido a la técnica del carboncillo; los pasteles son como unas barritas de tiza que se trabajan con los dedos, los difuminos y una goma de pan, en esta técnica los dedos hacen directamente la función del pincel e incluso la del difumino. Esta particularidad de proximidad, roce e implicación directa con el papel me hacía disfrutar las texturas de los pigmentos y me parecía divertido sacar los contrastes de luz y sombras a partir del tacto y el color. Es una sensación mágica porque el resultado es parte de ti, de tus gestos, de tu tacto, de todas las caricias y sutilezas digitales que has dejado en el papel.
Todo esto os lo cuento porque hace poco descubrí a una artista completamente desconocida para mí que me cautivó por su técnica, por sus sentimientos y por su rapidez mental y originalidad utilizando el tacto y algo tan manejable como la arena. Su creatividad es efímera, cada segundo de tiempo cuenta algo a la vez que ese algo muere para plasmar otra escena. Pinta encima de una mesa de cristal y nada queda pero todo pasa, y tal vez eso es lo maravilloso de su talento que hace con sus dedos dibujo, literatura y poesía mientras el observador capta la sencillez de lo efímero. Hoy nos relata como una pareja es separada por la guerra, una historia que pudo ser la historia de cualquier pareja de su país durante la 2ª Guerra Mundial...ella es Kseniya Simonova. Si os parece, os recomiendo ver y escuchar su relato con los altavoces encendidos.
Comentarios
Bona tarde!
Bon capvespre! ;D
Un beso pero antes de irte coge el sombrero! :D
P.S. Si consiguieras enseñarme a hacer bien lo del 6 y la pluma, habrás conseguido mas que la pobre de mi madre, que lo intentó durante muchos años y no lo consiguió. Ahora un beso y quién se ofenda que chille, pues te lo mereces.
Apa, ara sí que vaig a dormir eh?
Besos con abrazo, que descanses Ricardo.
Y qué envidia más más grande me das con esas dotes artísticas, Gemma¡¡¡ Yo modelar, cero, ni con la plastilina se me daba bien. Y pintar tampoco es lo mío... Dibujar sí, pero copiando. De mi cabeza no sale nada digno de ser admirado (ni siquiera por mis más allegados jajajajaj), pero copiando sí que soy buena.
Pero ya te digo... la pintura (acuarelas, óleos, cualquier técnica en general), se me da fatal fatal fatal...
Ya podías ponernos alguna cosa tuya para ver tu arte, Gemma¡¡¡ :D:D:D:D
Un beso muy fuerte y feliz martes.
Yo soy muy inquieta, quiero decir que soy incapaz de hacer siempre lo mismo, y como no se me dá nada bien coser ni a máquina ni tricotar ni ninguna labor mecánica y repetitiva pues un día me monté un estudio en casa y es mi centro de evasión y creación cuando me da por ahí.
Fíjate si soy inconstante dentro de mi constancia que en mi mesita de noche siempre hay tres libros empezados y en el estudio como mínimo dos papeles manchados, según el día cojo uno un ratito u otro...hay paisajes que cansan mucho y los alterno con otras escenas más figurativistas...depende del momento. Yo eso de estar dale que te pego a lo mismo no puedo, el cuadro y yo necesitamos un respiro, despedirnos en un momento dado para reencontrarnos en otra ocasión. Por eso no se me ocurre vivir de esto.
Ya veré si cuelgo algo, gracias por animarme Novi, un beso muy fuerte.
Con el arte en general tengo yo un problema. De imaginación. Me pasa como a Novi, no me cuesta copiar, de hecho lo hago muy bien, pero dibujar algo que salga de mi cabeza, aunque sea lo más simple, no se me da bien. Esto de siempre. Soy capaz de fijarme en el detalle más mínimo, pero no de recordarlo siquiera para luego componer algo por mí. Tal vez siempre tuve una mente más analítica que creativa. Mi ex-cuñada siempre decía que hubiese sido una buena espía, porque me fijo incluso en las cosas más tontas siempre. Así que ya te digo, copiar sí, crear por que sí, no. Cuando era peque de hecho, siempre fui la mejor de mi clase en plástica, dibujo y estas cosas, en todas las clases. La madre de una de mis amigas de la escuela fue nuestra tutora durante varios años en el cole y siempre que la veo me lo recuerda porque a ella también le gusta pintar. Y mi profe del instituto siempre pensó que estudiaría Bellas Artes. Me lo planteé, no te creas, pero no. Hasta fui dos años al centro de arte de mi pueblo. Pero a mí por ejemplo el carbón y el pastel, nunca me fueron demasiado, tampoco las acuarelas. Los colores me parecían flojos en el segundo caso, y monocromático en el primero. Siempre preferí el óleo, se podía pintar con tonos chillones, no sé, y los paisajes. Me gustaba mucho pintarlos. Y fíjate, recuerdo un montón a una chica -entonces tendría yo... ocho, o nueve años- que iba al curso para adultos, y dibujó en una libreta un boceto, que luego pintó en un cuadro grande. Era la cara de un tuareg con una banda azul oscura, en la que sólo se veían los ojos. Algo parecido a éste, pero con el desierto de fondo. Pasé días y días mirando el cuadro, hasta que lo terminó. Me encantaba. Siempre pensé que me hubiese gustado saber pintar algo así, pero cada uno tiene sus límites, supongo, así que seguí pintando paisajes. Y terminé estudiándolos, vaya cosa.
En fin, nunca fui una apasionada del arte, la verdad. Tal vez si tuviese tu sensibilidad a la hora de hacer algo del estilo, me hubiese dado por ahí al final, pero va a ser que no la tengo. Pocas personas conozco que la tengan en la medida que tú, ya te dije hace un tiempo, y la verdad es que los que andamos de espectadores -al menos yo- alucinamos con esta cualidad tuya, sinceramente. Y aún con esas, fíjate, que cada vez me gusta más, sobre todo la pintura. La de otros. Ya lo decía uno por ahí, y qué razón tenía, pienso... Busca la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo. En el arte ahora, también la veo yo, qué cosa.
Besos, Gemma.
Besos.
No soy ni de lejos tan inquita como tú, Gemma... A mí las acciones rutinarias son las que me ayudan a estar tranquila y despreocupada y procuro hacer en cada momento - si el trabajo y las obligaciones prioritarias lo permiten - lo que me apetece, y si lo que me apetece es hacer nada, pues eso hago :P
Sigo insistiendo... Mencantaría ver algo de lo que has hecho. Mucho. Me gustaría mucho :D
Un beso muy fuerte tb para ti, ma cherie.
Además creo que tu capacidad en parte te viene de familia puesto que unos son músicos y tu madre según recuerdo modela muy bien el barro. Pienso que todos tenemos capacidades artísticas aunque no siempre sean plásticas, y lo que pasa es que falta encontrar a veces el medio perfecto que nos ayude realmente a manifestarlo o a expresar mejor nuestras capacidades.
El pastel no es que sea demasiado suave, ese concepto es propio del principiante todavía temeroso o poco conocedor del medio, la mayoría de personas que prueban el pastel por primera vez no se sueltan lo suficiente, eso pasa en realidad en todas las otras técnicas también incluso para patinar hay que practicar :D
Hay un montón de colores con unos matices muy muy intensos que dan mucho juego y mucha sutileza a la pintura del pastel, en los primeros trabajos se tiende más a difuminar que a manchar, y hay que hacer trazos suaves pero precisos, hay que apretar sin miedo en los puntos que se quieran destacar más los colores vivos, y el papel es muy importante, éste tiene que ser de buena calidad y especial para usar pastel, mejor de grano rugoso, así el pigmento se satura en los surcos de las rugosidades y el color conserva toda la transparencia pura, hay una paleta de colores muy completa de hasta 236 tonalidades y precisamente lo interesante es que cada matiz de color está hecho, no se han de mezclar colores primarios para sacar otros colores, existe el azul cobalto, el cerúleo, el de prúsia…muchísismos y cada uno de ellos en más o menos intensidad, es una pasada en ese aspecto el juego que da el pastel…de verdad que hay pasteles que quedan mucho más vivos que el óleo o que el acrílico. Y no es que no me guste el óleo, me encanta, pero el pastel para hacer retratos y pintar telas es una gozada fabulosa.
El pintor debe tener una mente analítica , sí, aunque no es necesario espiar jajaj, como pintora te puedes dejar ver tranquilamente, reconocer toda la escena de un paisaje, la perspectiva, las sombras y puntos de luz, la dirección del viento, el sol, todo se tiene en cuenta y de todo tienes que empaparte a la hora de recoger mentalmente una escena. Bueno, hay escenas que requieren ser un poco espía porque sino los pájaros se asustan :D
Te dejo esta muestra sobre la capacidad del pastel, espero que te guste :D
Besines :**
Pintar y dibujar bien requiero tiempo y mucha práctica, piensa que hasta los mejores pintores han tenido que emplear jornadas enteras de trabajo, incluso meses para terminar sus obras. Si te gusta encontrarás el momento, tal vez cuando vuelvas a ser un niño :D
Besos
Exactamente, no todos los libros te enganchan desde la primera lectura hasta el final de sus hojas, y cuando sucede esto empiezas otra historia, pero siempre los termino de leer, aunque a veces así a plazos, hay algunos de filosofía por ejemplo que necesitan reposo para poder reflexionar, en cambio los eróticos son tan frescos…jajaja
Sí, esa rutina también la necesito yo, poder estirarme un momentito para no hacer nada, para relajarme, es un placer que disfruto entre inquietud e inquietud, no te pasa que te faltan horas? yo necesito más horas para todo, pero en realidad volveríamos a lo mismo, las llenaríamos de más cosas rutinarias o no y estaríamos ahí mismo...
Cuando menos te lo esperes te sorprenderé, un día que esté inquieta y que te quiera inquietar, aunque veo que ya te has inquitado jajaja, me encanta!
Besos ma cherie, que duermas bien.
Tienes razón, el medio al final somos nosotros, esa es la finalidad, por eso cuando dispongas de altavoces déjate emocionar :D
Besos.
El enlace que tú me has puesto es genial. Lástima lo de esos ojos. Vi el documental que grabaron del proceso de búsqueda de la chica, años después. Cuando le hicieron la foto con el burka morado. Fatal.
Besos.
Gracias ;D
Los ojos de Sharbat Gula eran los mismos después de la guerra, lo que le cambió totalmente fue la mirada.
Besitos
Tanto la autora como sus creaciones.
La música ayuda muchísimo, por supuesto.
Con los ojos nos sorprendemos con al música nos emocionamos.
Así que también es artista usted. para cuando poder apreciar una obra suya, mi signorina?
Un piacere
Sicilia.